¿Para que la felicidad?

Llevar una vida feliz (o intentarlo) no implica esconder ni negar las emociones negativas. Las adversidades nos permiten salir reforzados y aprender lecciones para seguir adelante. De manera que, sentimientos como la ira, la tristeza o la frustración deben aceptarse y elaborarse de manera  necesaria y natural. Sugerir lo contrario sería negar parte de la condición humana.

Un concepto erróneo popular sobre la felicidad es que las personas felices tienden a ser flojas o ineficaces. Las investigaciones demuestran lo contrario: la felicidad no solo se siente bien a nivel interior, sino que conduce a una amplia gama de beneficios para nuestro desempeño laboral, nuestra salud, física y nuestras relaciones interpersonales.

Los economistas de la Universidad de Warwick mostraron a diferentes grupos de personas un corto de película positivo y otro de película neutral. Luego les pidieron que llevaran a cabo sus tareas cotidianas en el lugar de trabajo. Las personas que se prepararon para sentirse felices fueron un 11% más productivas que sus pares, incluso después de controlar la edad, el cociente intelectual y otros factores. Del mismo modo, los investigadores de Wharton Business School descubrieron que las empresas con empleados satisfechos superan al mercado bursátil año tras año y un equipo de UCL ha descubierto que las personas que son felices como jóvenes llegan a ganar más que sus pares más adelante en la vida.

En el ámbito sanitario se ha descubierto que los médicos que son felices, hacen diagnósticos más rápidos y precisos. En educación, las escuelas que se enfocan en el bienestar social y emocional de los niños ven mejoras en logros académicos y en el comportamiento de los alumnos. La felicidad también se ha relacionado con una mejor toma de decisiones y una mejor creatividad.

Entonces, en lugar de que el éxito sea la clave de la felicidad, la investigación muestra que la felicidad podría ser la clave del éxito.

No hay nada que te haga sentir especialmente feliz o infeliz. Es como si hubiera un equilibrio, lo que está bien.